INFORMACIÓN PARA UNA ELECCIÓN ADECUADA DEL CALZADO DEPORTIVO
Para las clases de E.F. es
necesario traer ropa y calzado deportivo. Respecto al CALZADO es importante especificar un poco más… Las
modas están haciendo mucho daño a nuestros pies, y es conveniente que conozcáis
por qué desde hace tiempo, los profesionales de la educación física nos hemos
visto obligados a dar un toque de atención a los alumnos en lo que respecta al
calzado deportivo.
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Las zapatillas de deporte son el material que
más importancia hay que darle a la hora de practicar cualquier actividad deportiva.
Hoy en día, las casas comerciales que se dedican a la fabricación de las
mismas, ofrecen una gran variedad de modelos.
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Las casas comerciales deportivas, que invierten
millones para buscar las mejores soluciones para nuestros pies, para que después
muchos de nuestros alumnos compren zapatillas
(algunas de ellas bastantes caras) y ¡ni siquiera se la abrochen!
o se las abrochan mal, o con un calcetín debajo de la lengüeta, pudiendo
provocar lesiones en los ligamentos, lesiones óseas (luxaciones y subluxaciones)
y los famosos esguinces de tobillo. Debemos atar las zapatillas de forma tal
que no ejerzan presión innecesaria.
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A parte de esto, son muchos los impactos que los
pies reciben cada vez que vamos a correr, o jugamos un partido de fútbol sala,
sobre las zapatillas recaen el peso de nuestro cuerpo multiplicado por
cuatro y desde los pies se transmiten todas las vibraciones hasta la
cabeza, de ahí también el que las zapatillas lleven un buen sistema de
amortiguación evitando de esta forma lesiones del sistema óseo-articular.
¿CÓMO ELEGIR UN CALZADO DEPORTIVO ADECUADO PARA E.F.?
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Factor económico. En el mercado
encontramos zapatillas con una gran calidad desde 30 euros y por lo tanto no
tenemos que gastarnos una cantidad elevada de dinero para conseguir un calzado
adecuado.
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¿Cómo es
tu pisada? Se habla mucho de corredor pronador, supinador o neutro. En las
tiendas de deporte te suelen asesorar e incluso tienen mecanismos para
determinar si somos pisada pronadora, supinadora o neutra. También puedes tener
una idea visual revisando el desgaste de las zapatillas. Conocer tu tipo de
pisada te llevará a una mejor elección.
- Buscar una zapatilla flexible que al menos pueda doblarse un 30% por detrás de los dedos para permitir un buen desempeño al correr. Nunca compres una zapatilla rígida.
- Mira la amortiguación de la zapatilla y escoge una zapatilla con buena entresuela y suela. Especial atención en la amortiguación deben prestar los alumnos con sobrepeso. Es mejor que la zapatilla tenga amortiguación adicional en el talón y puntera.
- Comprueba que tus dedos puedan moverse sin inconvenientes dentro de la misma antes de comprarla.
- No
debemos comprar las zapatillas del mismo número que los zapatos de calle, sino medio
o un número más, ya que al correr, los pies suelen
hincharse un poco, con lo que comprimiríamos demasiado las uñas y podríamos
sufrir roces en otras zonas del pie. Debe entrar el dedo índice entre el talón
y la parte trasera de la zapatilla.
- Es importante probarse ambas zapatillas antes de comprarlas pues siempre uno es más largo y ancho que el otro , y preferentemente hacerlo cuando ya el pie ha estado “funcionando” a lo largo del día, porque esto nos ayudará a hacer una prueba más realista de la comodidad de la zapatilla.
- Se recomienda usar
calcetines, tanto en verano como en invierno, ya que sin ellos
el pie suda más y aumentamos las posibilidades de tener ampollas y rozaduras.
- Si utilizas plantillas pruébalas en las zapatillas al comprar para escoger un calzado que te permita su correcto uso al correr.
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- Huir de los zapatos de diseño. Estos calzados, tipo “casual”, están preparados para salir de paseo y no para realizar actividades deportivas, ya que muchos de ellos no tienen suela suficiente para amortiguar el impacto contra el suelo, un sistema de atado poco efectivo o muy poca estabilidad en el pisado. El calzado deportivo es algo más serio que el llevar un adorno en el pie.
- Las
zapatillas deben ser para de correr. No valen las de tenis, ni las de
baloncesto ni las del tipo “fútbol-sala” pues no son muy adecuadas para la
práctica habitual de actividad física (sí en cambio para el deporte para el que
se han fabricado) por ser poco flexibles y con poca capacidad de amortiguación.